Aunque puede ser como consecuencia de uno o varios traumatismos puede ir asociado a anomalías anatómicas predisponentes como la laxitud capsuloligamentosa o también a una incoordinación muscular, etc.
Lo más normal es que al luxarse se lesionen las estructuras estabilizadoras (ligamentos, cápsula ) y puedan dañarse por el choque a su salida, creándose en ocasiones lesiones secundarias en las superficies cartilaginosas.
Es importante conocer bien la anatomía alterada y las anomalías que predisponen a la luxación para poder planificar el tratamiento.
El paciente debe de implicarse a fondo en un buen programa de fisioterapia y fortalecimiento de su articulación.